La vida tranquila de la “Vieja” Ocotepeque fue interrumpida en 1934 cuando una represa conteniendo la quebrada Marchala, un tributario del río Lempa, cedió ante las intensas lluvias. Toneladas de lodo, piedras y agua se abalanzaron sobre el poblado destruyéndola casi en su totalidad. La tragedia deja 486 muertos, casi el 25 por ciento de las personas en la comuna.
La nueva cabecera departamental se traslada a unos cinco kilómetros al norte muy cerca del poblado de Sinuapa. Desde entonces se le conoce informalmente “Nueva” Ocotepeque.
Milagrosamente la parroquia del antiguo poblado sobrevivió a la catástrofe siendo declarada hace unos años como monumento histórico nacional.
Pintura de Ocotepeque antes de ser inundada por el río Marchala.
Procesión de Semana Santa entrado a la parroquia de la “Vieja” Ocotepeque. Foto inicios de los 1930s.
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